Los riesgos eléctricos en el hogar: Por que no somos conscientes.
Los riegos eléctricos en el hogar están directamente
relacionados con nuestra responsabilidad. Mayormente no somo conscientes de estos riesgos
porque no lo vemos hasta que ocurre un accidente. Tampoco nos damos
cuenta como ocurre con el gas; cuando sentimos su olor rápidamente nos
damos cuenta que hay una perdida y cerramos la llave del gas.
Pero a la electricidad no la podemos ver directamente, nos damos cuenta
de ella al observamos sus efectos. Por ejemplo cuando enciende una
lampara, una estufa eléctrica o un lavarropa por poner algunos ejemplos.
Tampoco la podemos oler, salvo cuando es tarde por el efecto de recalentamiento de los cables.
Debido
a todo esto dejamos que la instalación se deteriore demasiado. Hacemos
uso indiscriminado de prolongaciones e instalaciones improvisadas.
Ademas existen muchas térmicas y disyuntores que no cumplen con las
normas mínimas establecidas y que resultan mas económicas. Pero con un
riesgo mayor de no funcionar correctamente.
Las llaves térmicas y los disyuntores ademas de protegernos nos
advierten de fallas en el cableado de la casa o un artefacto eléctrico
defectuoso.
Por raro que parezca lo que mata es el amperaje y no la tensión. Y no hace falta mucho ameperaje para matar.
Los efectos fisiológicos van desde los muy pocos amper. Si tomamos como valor medio 1 amper hacia abajo tenemos mili-amperes, es decir, 1 / 1000. Aclarado esto veamos los siguiente valores en mA y sus efectos:
1 a 3 mA: Prácticamente imperceptibles. No hay riesgo.
De 5 a 10 mA: Contracciones involuntarias de músculos y pequeñas alteraciones del sistema respiratorio.
De 10 a 15 mA: Principio de tetanización muscular (proceso de rigidez muscular progresiva, es letal), contracciones violentas e incluso permanentes de las extremidades.
Los efectos fisiológicos van desde los muy pocos amper. Si tomamos como valor medio 1 amper hacia abajo tenemos mili-amperes, es decir, 1 / 1000. Aclarado esto veamos los siguiente valores en mA y sus efectos:
1 a 3 mA: Prácticamente imperceptibles. No hay riesgo.
De 5 a 10 mA: Contracciones involuntarias de músculos y pequeñas alteraciones del sistema respiratorio.
De 10 a 15 mA: Principio de tetanización muscular (proceso de rigidez muscular progresiva, es letal), contracciones violentas e incluso permanentes de las extremidades.
De 15 a 30 mA: Contracciones violentas e incluso permanentes de la caja toráxica. Alteración del ritmo cardíaco.
Mayor de 30 mA: Fibrilación ventricular cardíaca.
Mayor de 30 mA: Fibrilación ventricular cardíaca.
Por eso, es fundamental prevenir reemplazando toma-corrientes
ennegrecidos por el recalentamiento o que quedan flojos al enchufar.
Cambiar los portalámparas si tenemos que forzarlo un poco mas para que
haga contacto o que tengan el aislante quebrado. Probar el correcto
funcionamiento de la térmica y el disyuntor. Y que la puesta a tierra
funcione correctamente. También reemplazar cables que tengan mas de 10
años.
Estas medidas básicas harán mas seguro nuestro hogar. Llame a su electricista de confianza!
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